De como se pueden sentir un chingo de cosas en un fin de semana

Entre usté al blog de Gaby (aka Zombie) y mire el video que colgó ahí de los Smashing Pumpkins, disfrútelo con Choco Milk (no se fije en los dientes chuecos de Billy Corgan), lea los comments y aprecie los malabares literarios que le dedica Iván. A huevo que por lo menos una especie de sensación intrigante y calamitosa le sube por la garganta, eso le pasa por atascarse de tacos al pastor justo antes de dormir.

Hablando de Iván, también su blog es un must para sentir nuevos malestares esofagogastrointestinales que quizá no se deban simple y llanamente a la ingestión de tortillas grasientas rellenas de carne de puerco y aderezadas con ritiharta salsita de guacamole. Mire el video que Iván colgó en este post y traúmese con la voz de Morrisey, búrlese de su bailecito, lea la reseña, apréndase la letra, aprecie los malabares literarios que ahora le dedica Gaby a Iván y cuelgue un comment por ahí.

Tómese un Picot o una gragea de Valeriana, lo que sea mejor para poder dormir.

Peleese con su progenitor por alguna estupidez, reconcíliense. Efectúe trabajos de albañilería y arruine su calzado.

Entre en depresión al descubrir que su hermanito menor, a quién usted trató de inculcarle el gusto por el buen cine y la buena música, es fan de Panda e irá al concierto de Motel.

Todo esto debe de estar envuelto en un contexto que solo los francoparlantes tendrán el privilegio de entender a medias. Porque sí, el post pasado se lo dedicó usted a alguien que está presente, más inalcanzable. Quiébrese la cabeza pensando en aquello mientras se olvida de que tiene un chingamadral de tarea propia y ajena que terminar antes del día siguiente.

Ahora traúmese buscándole defectos a esta presentación de Pink Floyd en el Live8 o simplemente siga la letra.



Están más viejos y feos que nunca.

Mire a la lontananza o, en su defecto, fije su vista en algún punto de su monitor y recuerde que tiene aún demasiada tarea que terminar.

Póngase en chinga a terminar la tarea.